Los coches eléctricos están de moda. Desde hace un par de años venimos escuchando que son el futuro, y cada vez se están implantando más medidas para favorecer el consumo de este tipo de vehículos. ¿Pero sabías que el primer coche eléctrico fabricado data del 1834?
Hace ya muchos años que a alguien se le ocurrió crear un vehículo que funcionara con electricidad. Hoy, en Talleres Dupesan, te contamos la historia de este descubrimiento.
¿Cuándo se inventó el coche eléctrico?
El primer motor eléctrico se desarrolló en 1828 de la mano de Ányos Jedlik. Sin embargo, hubo que esperar 6 años para poder ver el primer coche eléctrico, construido por Thomas Davenport.
Fue en 1861 cuando apareció el motor de combustión interna, nueve años más tarde de que se comenzaran a comercializar los coches eléctricos (1852). Sin embargo, estos primeros prototipos no utilizaban baterías recargables, pues estas llegaron a finales del siglo XIX gracias a los ingenieros franceses Gaston Planté y Camille Faure.
Este invento propició la fabricación y el auge del coche eléctrico, que es convirtió en el automóvil por excelencia de principios del siglo XX. En estos años, existían un total de 19 empresas fabricantes de vehículos eléctricos en el mundo. Si bien Francia dominaba el diseño y la fabricación de estos vehículos, Estados Unidos dominaba las ventas en movilidad eléctrica. El 38% de los 4.200 vehículos vendidos en Estados Unidos por estos años se alimentaban de electricidad. El 40% funcionaban con vapor y solo el 22% recurrían a la gasolina.
Más tarde, con la desaparición del coche a vapor, es aumentaron todavía más las ventas de los vehículos eléctricos, aunque poco a poco y sin saberlo se acercaba su declive.
El declive del coche eléctrico
Durante la primera década del siglo XX, los vehículos eléctricos eran los preferidos para las mujeres y la burguesía. Eran simples, limpios, fiables y fáciles de arrancar y de conducir. Por el contrario, los hombres comenzaban a decantarse por los ruidosos y contaminantes vehículos de combustión.
Pero fue en 1908 con el Model T de Ford fabricado en serie cuando todo cambió. Henry Ford y su cadena de montaje en serie provocaron una bajada considerable de los precios en los modelos de combustión. Esto hizo que fueran más accesible para el sector de la población mayoritario, la clase media.
En la década de los años 20, los vehículos de combustión son más asequibles y más autónomos que los eléctricos a la hora de repostar. El coche eléctrico quedó restringido a las ciudades. Las empresas que los fabricaban no podían luchar contra los coches de gasolina y fueron desapareciendo.
Así, desapareció el auge del coche eléctrico y la mentalidad sostenible y la eficiencia quedaron en un segundo plano.
La tímida reaparición del coche eléctrico
En 1973 ocurre la primera crisis del petróleo, lo que desencadenó sucesivos tratados internacionales como el Protocolo de Kioto. Se empezaban a dar cuenta de que los recursos naturales se estaban malgastando y que este podría ser el comienzo de un colapso mundial.
Esto obligó a los fabricantes a buscar alternativas al petróleo y a mejorar la eficiencia de sus vehículos.
En 1990, California adopta la ley «Zero Emission Vehicle», que buscaba reducir las emisiones contaminantes de los vehículos. General Motors lanza en el Salón del Automóvil de los Ángeles el prototipo Impact, precursor del EV-1, primer modelo eléctrico moderno de gran acogida. Otras compañías como Honda o Toyota también lanzaron sus prototipos eléctricos, pero el poder de la industria petrolera en Estados Unidos hicieron que volvieran a fracasar los coches eléctricos.
La actualidad del coche eléctrico
A principios del siglo XX surge Tesla y empieza a aparecer en todos los titulares. Esto provoca una nueva oportunidad para el coche eléctrico, aunque únicamente entre las clases más pudientes.
Con las medidas adoptadas por la Unión Europea para la reducción de emisiones y los gases de efecto invernadero, se ha forzado a las compañías a apostar por la movilidad eléctrica. Estamos, pues, ante otra imposición del coche eléctrico. Que vuelve, esta vez, para quedarse.
Y tú, ¿qué opinas sobre el coche eléctrico? ¿Estás a favor o en contra? Cuéntanoslo en los comentarios y nos vemos en el próximo post de Talleres Dupesan.
“El vehículo eléctrico no es solo movilidad sostenible, es también eficiencia energética”
Arturo Pérez de Lucia