La etiqueta ecológica europea de neumáticos entró en vigor el 1 de noviembre de 2012. Han pasado ya muchos años desde su implantación obligatoria, sin embargo, aún hay muchos conductores que no conoce su significado. Por eso, en Talleres Dupesan, te explicamos detalladamente el contenido de dicha etiqueta para que elijas tus neumáticos con conocimiento.
Este etiquetado clasifica los neumáticos en función de tres criterios ecológicos: el consumo de carburante, la seguridad y el ruido ambiental.
¿Qué significa cada criterio del etiquetado de neumáticos?
Consumo de carburante
En la parte superior izquierda encontramos un cuadrado que mide el nivelo de ahorro de carburante en función del grado de resistencia a la rodadura del neumático.
A menor resistencia, mayor optimización de carburante y, por tanto, menor nivel de emisiones de gases contaminantes. La eficiencia de combustible se mide con letras que van desde la A en los neumáticos más eficientes hasta la G en los de menos eficiencia. Entre estos dos valores existe una diferencia de 0.5L por cada 100km. Este dato supone un ahorro de 200L de carburante y más de 150€ a lo largo de toda la vida útil del neumático. Sin embargo, desde que se implantaron estas etiquetas hasta ahora ya se han prohibido la clase G y la F.
Seguridad
Mide el agarre de la rueda en mojado. Se clasifica también por letras, desde la A hasta la F. Entre ambas clases puede existir una diferencia de 18 metros de frenado a una velocidad de 80 Km/h. También se terminaron prohibiendo los neumáticos de clase F en seguridad de frenada.
Los neumáticos más seguros tienen mayor agarre, pero esto supone a su vez un mayor consumo de combustible. Por lo tanto, lo ideal es elegir un neumático equilibrado que reúna ambas características.
Ruido ambiental
Reflejado en la parte inferior de la etiqueta con el símbolo de un altavoz y tres rayas, nos informa del ruido de rodadura. Cuando solo se muestra una raya coloreada, el ruido exterior se encuentra por debajo de los 68 decibelios, un nivel excelente de ruido.. Dos rayas suponen un ruido de entre los 68 (un nivel adecuado) y los 71 decibelios y las tres rayas representan los neumáticos con un ruido exterior superior a 71 decibelios, considerados ruidosos.
Aunque parece una diferencia ínfima, 3 decibelios puede suponer un 50% más de ruido.
El incumplimiento del etiquetado lleva asociado unas sanciones de 3.000€ en infracciones leves, hasta 15.000€ para las infracciones graves y 600.000€ en infracciones muy graves.
Los fabricantes tienen que ofrecer estos datos en toda su información comercial y añadirlo como una pegatina en las ruedas. El consumidor debe exigir ver las etiquetas de los neumáticos antes de adquirirlos.
Ahora que conoces el significado de esta etiqueta, seguro que escoges tus próximos neumáticos en función de tus necesidades y de la mayor eficiencia posible. ¡Hasta el próximo post!
En la naturaleza no hay recompensas ni castigos, hay consecuencias.
Bob Ingersoll