¿Tienes miedo de sufrir un pinchazo en tu rueda mientras vas conduciendo? No te preocupes, en Talleres Dupesan te traemos 5 pasos para solucionarlo y seguir con tu viaje hasta poder llevar tu vehículo al taller para reparar el daño.
Lo primero de todo es notar el pinchazo. Si sientes un manejo extraño en la conducción, le cuesta coger velocidad a tu vehículo, o no se agarran bien los neumáticos a la carretera y el coche se tuerce hacia los lados, es posible que alguna de las ruedas no se encuentre en bien estado y se haya producido un pinchazo.
Pero no hay nada de lo que preocuparse, porque siguiendo estos pasas podremos solucionar este inconveniente fácilmente:
Cómo solucionar un pinchazo en 5 pasos
Lo más importante en estos casos es no perder la calma y ser resolutivo. Es mejor que lleves tu vehículo al taller cuanto antes para arreglar este problema, pero para no quedarte tirado en la carretera por este pequeño fallo, sigue estros pasos:
1. Detén el vehículo en un lugar seguro.
Al notar un pinchazo, es recomendable reducir velocidad poco a poco y nos detenerse en un lugar seguro con la mayor celeridad , ya que el neumático rodando sin aire se puede deteriorar muy rápidamente, anulando así su posibilidad de reparación.
Busca siempre un lugar seguro para detenerte y no entorpecer la circulación de los demás vehículos de la carretera ni ponerte en peligro. Trata de encontrar un sitio en llano, firme y con espacio suficiente para realizar la operación sin riesgo para el tráfico.
Una vez detenido, pon el freno de estacionamiento lo más fuerte posible, para el motor e introduce una marcha corta (no importa si es la primera o marca atrás). No olvides colocarte el chaleco reflectante antes de salir del coche.30
¡Y recuerda! Es obligatorio colocar correctamente los triángulos de preseñalización de peligro:
– En carreteras de doble sentido, es obligatorio colocar un triángulo por delante y otro por detrás, al menos a 50 metros de distancia y de forma que sean visibles a 100 metros.
– En autopistas y autovías , solo es necesario un triángulo, también a 50 metros por detrás del vehículo, ya que en estas vías las calzadas de ambos sentidos están separadas por mediana.
Si el problema se produce de noche, pon el alumbrado, las luces de emergencia, y mucha precaución si trabajas en la zona de circulación.
Y nunca pierdas de vista el tráfico. Ante la duda, llama a la asistencia en carretera mientras esperas en una zona segura.
2. Prepárate para realizar la operación
Si una vez valorada la situación consideras que es seguro cambiar la rueda , lo primero es localizar las herramientas necesarias: una rueda de repuesto, un gato, una llave y una llave del tornillo antirrobo (si lo tiene).
Afloja las tuercas de la rueda antes de levantar el coche.
Los tornillos se aflojan en el sentido contrario a las agujas del reloj.
Si la rueda tiene tapacubos o si los tornillos de la rueda no son visibles a simple vista, retira la pieza que impide su visión, que generalmente solo va puesta a presión.
Si los tornillos están demasiado duros o no tienes suficiente fuerza para aflojarlos, siempre puedes seguir un truco:
Coloca la llave hasta el fondo el tornillo que no afloja, asegúrate de que está bien introducida y, a poder ser, sujeta por algún ayudante o por nosotros mismos. Si la llave se escapa, puede dañar el tornillo o la llave misma.
Ubica la llave en una posición horizontal o y da un golpe fuerte y seco en la punta de la llave con el gato con cuidado.
Si la rueda tiene alguno de los tornillos antirrobo, aflójalo con el adaptador y la llave (primero poner el adaptador en el tornillo y luego poner la llave). Y, por ultimo, después de aflojar todos los tornillos SIN QUITARLOS, solo habiendo aflojado un par de vueltas suaves en cada tornillo, coloca el gato en el sitio indicado.
En el manual de usuario de cada coche se indica en qué punto del chasis debes ponerlo. En caso de no tener el manual del coche el sitio en el que casi nunca nos equivocaremos será en el nervio del chasis, ya que es un punto fuerte del vehículo y rara vez lo dañaremos. De hecho, es el sitio donde se conecta en la mayoría de los modelos y viene indicado generalmente con una flecha en la dirección en la que se debe colocar el gato.
3. Retira los tornillos y la rueda
Levanta el vehículo con el gato hasta que la rueda pinchada deje de tocar el suelo y calcules que cabrá la rueda de repuesto.
Es muy importante que no haya nadie dentro del vehículo cuando se realiza esta operación y tampoco se recomienda tocar el gato hasta que se coloque la rueda nueva.
Después, retira todos los tornillos previamente aflojados y saca la rueda pinchada. Colócala debajo del coche junto al gato. De esta manera, si el gato fallase, la rueda actuaría de “colchón”, evitando los daños que sufriría el coche al chocar con el suelo y nos daría la oportunidad de intentar levantar el coche de nuevo.
4. Coloca la rueda de repuesto
Encaja la rueda, pon los tornillos y apriétalos con las manos hasta el fondo. Coloca primero el que está en la parte superior y así la rueda no tenderá a caerse mientras pones los demás. Generalmente, los coches incluyen entre el equipamiento para el cambio de rueda algún útil que te ayude a poner los tornillos como.
Una vez colocados todos los tornillos, apriétalos todo lo que puedas con la llave del coche.
5. Baja el vehículo y termina de apretar los tornillos
Baja el gato un poco hasta que la rueda toque el suelo ligeramente, pero sin dejar que todo el peso descanse sobre ella, para ayudar a que la rueda se asiente fácilmente sobre su sitio. Acto seguido, aprieta cada tornillo con toda la fuerza posible empleando la llave de hierro.
Para ayudar al asiento correcto de la llanta sobre su lugar, se recomienda apretar los tornillos en cruz comenzando por el situado en la parte superior y en el orden que muestra el siguiente esquema:
Y listo, ya tienes la rueda de repuesto colocada. No olvides comprobar la presión del neumático en una gasolinera lo antes posible.
Esperamos haber sido de utilidad y no olvides estos pasos la próxima vez que se te pinche una rueda por la carretera. ¡Nos vemos en el próximo post! 🙂
¿Qué puede haber imprevisto para el que nada ha previsto?
Paul Ambroise Valéry