Conducir un coche conlleva mucha responsabilidad, y debemos hacerlo con precaución, ya que, de no hacerlo así, suponemos un gran peligro, para los demás, pero también para nosotros mismos. Sin embargo, esta precaución y cuidado debe extremarse cuando nos encontramos ante situaciones extremas al volante , a las cuales, nadie nos enseña a enfrentarnos.
En el post de hoy te contamos cómo enfrentarte a situaciones extremas al volante, para poder superarlas con éxito y con la menor dificultad posible.
Qué hacer en las situaciones extremas al volante
- Aquaplaning
La lluvia es uno de los factores externos que más afecta a la siniestralidad en carretera, elevando el riesgo al volante. El aquaplaning se produce cuando un neumático no es capaz de evacuar toda el agua de la carretera. Llegado ese momento, se crea una película de agua entre el neumático y la carretera, de tal forma que este pierde la adherencia y patina, una situación bastante peligrosa, especialmente si vamos a gran velocidad. Cuando esto sucede, no podemos controlar la dirección de nuestro coche ni el freno.
Para evitar esta situación debemos considerar, en primer lugar, que el límite legal de velocidad no siempre es la velocidad adecuada para circular cuando está lloviendo, por lo que debemos disminuir la velocidad que llevamos cuando las condiciones meteorológicas se complican.
Por otro lado, esta situación depende, directamente, del propio neumático y del surco de éste, ya que, aunque se encuentre dentro de los límites legales, cuanto menor sea el surco, menor será su capacidad de evacuación de agua.
Por último, si a pesar de seguir estos consejos se produce esta situación es importante que ¡vayas en contra de lo que te pueda estas diciendo tu propio instinto!: no frenes ni gires el volante. Lo que se debe hacer es levantar el pie del acelerador, de tal forma que el coche pierda velocidad y las ruedas pueden volver a estar en contacto con el asfalto.
- Cuando revienta un neumático
En caso de reventón, lo primero que debemos hacer es mantener el volante fijo, ya que el coche tenderá a girar hacia el lado del neumático reventado, y no efectuar un frenado en seco (como nuestra intuición nos llevaría a pensar). Este frenado podría hacer que perdiéramos el control del coche por completo, por lo que, lo ideal es disminuir la velocidad con la caja de cambios y con la deceleración natural.
- Derrape
El derrape se produce cuando los neumáticos pierden adherencia a la carretera. Como hemos comentado en el aquaplaning, para evitar el derrape debemos ser conscientes del estado de nuestros neumáticos, de la carretera por la que circulamos, y de la velocidad a la que llevamos nuestro vehículo.
Dependiendo del coche que conduzcamos debemos reaccionar de distinta forma:
Si el coche es de tracción delantera, debemos efectuar el llamado «contravolante». Es decir, la maniobra se debe efectuar sin levantar el pie del acelerador y girando el volante en la dirección contraria a la que la parte trasera de nuestro vehículo se dirige.
Si el coche es de tracción trasera, debemos actuar de la misma forma, pero con una gran diferencia: será necesario levantar el pie del acelerador.
- Frenada de emergencia
Esta situación es una de las que más frecuentes en carretera. Pero, ¿cuál es la forma más eficaz de realizarla? En primer lugar, debemos saber que, ante este tipo de situaciones es fundamental conservar los neumáticos en buen estado, para que, la frenada, sea real y altamente efectiva.En cuanto a la frenada, partimos de la base de que el vehículo tiene ABS (sistema antibloqueo de ruedas o frenos). Ante esta situación debemos de pisar el pedal de freno todo lo fuerte que podamos, a la vez que pisamos el embrague para evitar que el coche se cale.
¿Tienes alguna pregunta en relación a las situaciones extremas al volante? Nos encantaría escucharte. Tu opinión es muy importante para nosotros, ¡te invitamos a que nos dejes un comentario!
No te pierdas el próximo post del blog de Talleres Dupesan: alergias al volante ¡mucha precaución! Consejos y cómo actuar en este tipo de situaciones
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